martes, 22 de diciembre de 2009

Barça, o la identidad de una campeón. 1/2




Sin duda, el equipo que puede decir que lo ha conseguido todo lo que ha disputado en una temporada, es el Barça 2008-2009. Este es un privilegio del que pocos pueden vanagloriarse. Pero, ¿dónde está la clave de este éxito arrollador?


Por: Juan Diego Rey

Una hinchada exultante. Un técnico consagrado. Una discusión sin fin para saber cuál de sus jugadores es el mejor del mundo. Todas las copas posibles en sus vitrinas. Un equipo que va a ser recordado como la época dorada culé de todos los tiempos (a pesar de haber contado en su centenaria historia con lo mejor de lo mejor del fútbol, Maradona, Kubala, Cruyff y otros incluidos).
Estas cortas oraciones describen al Barcelona 2008-2009. Pero, ¿qué hay detrás de todos estos triunfos?, ¿es una chequera gorda suficiente para cohesionar un equipo que no solo gana , sino que gusta e impresiona con su juego?

La palabra clave, la que ha abierto las puertas del triunfo al Barça es una sola: identidad. Miremos analíticamente el juego de este gran Barcelona y encontraremos que los maestros, los indispensables, los jugadores que le ponen cara al equipo catalán tienen algo en común. Messi, Xavi Hernández, Iniesta, Puyol, Pedro, Valdés… ¿Qué comparten? Todos son de la cantera de La Masía. Esto no solo significa que los agentes del equipo más popular de la ciudad condal tienen un gran olfato y una gran visión para hacer grandes figuras de sus jugadores de divisiones formativas. Significa además que el equipo sabe crear una identidad y proyectarla hacia la hinchada y hacia fuera, mucho más allá de las fronteras de Barcelona, Catalunya y España.

En la actualidad, los hinchas culés se enfrentan a los merengues del Madrid con el mejor argumento, sustentado por los hechos. La rivalidad histórica de los dos equipos se resume hoy de la siguiente manera: cantera vs. cartera. Mientras el Real Madrid hace gala de su gorda chequera y compra a jugadores estrella por más de lo que valen y por cantidades exorbitantes, el Barcelona contrata a un técnico joven sin experiencia, “por probarse”, viejo conocido de su casa. Las “estrellas galácticas” merengues no se identifican con la hinchada blanca, (ni con nadie, como el antipático Cristiano Ronaldo, insoportable jovenzuelo que hasta aquí parece que habla más de lo que juega), pues su única motivación es el dinero. Mientras tanto, el Barcelona se refuerza, sí. Con jugadores caros, también. Pero su esqueleto lo constituyen jugadores que no se pueden identificar sino con los blaugranas. Muchos, a pesar de su juventud, se confiesan culés hasta la médula y profesan esta religión hasta la muerte. Los hinchas los adoran e idolatran, y ellos pagan con esfuerzo, goles. Puro AMOR A LA CAMISETA. Me dirán ustedes: “Reyes, esos también ganan por millones, no solo es amor a la camiseta”. Yo sé. Pero es indispensable hacer notar la diferencia entre quienes devengan su sueldo, aman una camiseta y aman lo que hacen, y quienes están para brillar solos. ¿Vieron jugar a Bieler y a “Rambert” Vera para la Liga de Quito? De eso hablo, de poner lo que hay que poner en la cancha.
La identidad de equipo del Barcelona es el ejemplo claro de cómo el todo (el equipo) es más que la suma de sus partes (las estrellas individualmente consideradas). No lo han entendido aún el Real Madrid y muchos otros equipos que creen que llenarse de cracks es la forma de armar un combinado competitivo.

Messi, criticado en su país por su bajo rendimiento en la selección albiceleste es la muestra de lo que decimos. Es Barcelona quien lo ha hecho tan grande y merecedor de tanto galardón. En Argentina no brilla porque no hay un Iniesta, un Xavi o un Pedro que jueguen como equipo tan bien como lo hacen estos canteranos del Barça.

Identidad de equipo, jugadores emblema a pesar de su juventud. Amor por la camiseta. Esfuerzo, dedicación y fe en la cantera. Eso hace del Barcelona el equipo admirado y ganador que es hoy. Pero hay más… Lo comentaremos en un siguiente post.

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